La vida y la lucha de tres hermanas fueron de inspiración para que en el mundo instaurara cada 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y Disidencias. Fue en recuerdo a las Mirabal, tres hermanas asesinadas por una dictadura.
La dictadura de Rafael Leónidas Trujillo se inició en República Dominicana el 16 de agosto de 1930 y se extendería por 31 años, hasta el 30 de mayo de 1961.
En América Central el año 1960 trajo cambios políticos profundos. Terminaban las dictaduras de Rojas Pinilla en Colombia y de Pérez Jiménez en Venezuela. Fulgencio Batista, había escapado de Cuba con el triunfo de la Revolución y en República Dominicana un movimiento creciente organizado luchó contra la dictadura de Trujillo.
Aquí actuaban las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, junto a sus esposos. Eran conocidas como “Las Mariposas”, nombre con que Minerva ( la menor de ellas) se identificaba en la clandestinidad y lucha política
A poco tiempo de iniciar la resistencia, Minerva y María Teresa fueron encarceladas y torturadas, como también sus maridos y el hijo mayor de Patria.
Las tres hermanas fueron encarceladas y torturadas, en medio de la resistencia contra el régimen de Trujillo, también sus esposos. La idea no era obtener de información de ellas, y aplastar su fortaleza, pero no lo lograron.
Como una estrategia, Trujillo les concedió arresto domiciliario en agosto de 1960, podían salir para visitar a sus esposos a la cárcel e ir a misa. Las reuniones secretas encabezadas por las Mirabal contra el régimen no tardaron en volver. Fue entonces que Trujillo dio la orden de eliminar a Las Mariposas.
El 25 de noviembre de ese año, el jeep en el que viajaban las tres hermanas, fue interceptado por fuerzas militares. Fueron asesinadas a golpes, junto al chofer que las llevaba. Lanzaron sus cuerpos y el vehículo a un barranco para que parezca un accidente.
Como pasó tantas veces, ante el terrorismo de Estado, cuando intentan callar con muerte, la lucha vuelve en siembra.
Trujillo era un asesino, tenía en su haber la mentada “masacre del perejil”, nombre de una limpieza étnica que atentó con la muerte de 15.000 haitianos que llegaron a República Dominicana. Estaba denunciado por violaciones sexuales, que luego en el poder, fueron naturalizadas.
La muerte de las Mirabal causó gran repercusión, el pueblo en su mayoría apoyó los ideales de las Mirabal. La complicidad de los Estados Unidos con Trujillo se rompió y finalmente el dictador es asesinado el 30 de mayo de 1961. Larga vida a las Mariposas!
En estos días
La lucha de las hermanas Mirabal quedó como un mojón en la historia de los pueblos. Cada 25 de noviembre la conciencia colectiva debería dar un paso más en la erradicación de la violencia de género. En los barrios, los hogares, las escuelas, las fábricas, las universidades, los medios de comunicación, las iglesias, la justicia.
En lo que va de 2022, hubo 308 femicidios registrados. Muchos no se supieron, no llegan siquiera a las estadísticas. Antes de cada asesinato, hay mensajes de alerta, pedidos de ayuda que se desoyen tanto en lo social como en lo institucional.
Según la encuesta de Prevalencia de Violencia contra las Mujeres impulsada por el Ministerio de Mujeres , Géneros y Diversidad de La Nación y la Iniciativa Spotlight que se realizó en 25 aglomerados urbanos de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, Neuquén, Misiones, Salta, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán, el 45 % de las mujeres encuestadas, están o estuvieron atravesadas por algún tipo de violencia de género en el ámbito doméstico, y solo el 21 % realizó la denuncia.
Eliana Pacheco se tomó un remis hace seis días, hoy la encontraron muerta en un zanjon, una historia terrible replicada. En esta semana, El Superior Tribunal de Chubut confirmó la absolución de los hombres denunciados y juzgados por una violación en manada contra una adolescente de 16 años en 2012. Una cantante hoy posteó en su Instagram los golpes en la cara producidos por su pareja.
El patriarcado violento permea toda sociedad, y estar atentas y atentos para enfrentarlo y erradicarlo es un deber y una necesidad en cada área de la vida comunitaria y laboral.
Muchas más acciones colectivas y aumento de conciencia social, son necesarios todavía para erradicar la naturalización de la violencia en la vida diaria , por nosotras, por las que ya no están y para las generaciones venideras.
Adriana Vanoli
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