Buenos Aires, 18 de Noviembre de 2022.
La medicina privada cada vez en menos manos, y esto es en perjuicio de los consumidores. El dueño de la empresa de medicina privada Swiss Medical y titular de la Unión Argentina de Salud, Claudio Belocopitt, concretó la compra del 30% de las acciones de Medicus con el proyecto de adquirir el 100% de la firma. Al monopolizar el negocio de la medicina prepaga, se elimina a la competencia y se apropia de la red de sanatorios y clínicas con las que opera Medicus.
Este intento de monopolio, posibilita la suba de precios sin límites, excluyendo a una gran mayoría de adherentes y limita las opciones de servicio para los usuarios y usuarias. Los planes, además, son cada vez más costosos y con menor servicio.
El mensaje que muchas veces llega del sector empresarial de la salud, es de disconformidad y queja. «Según el sector de las prepagas, desde que asumió el Gobierno de Alberto Fernández en diciembre de 2019, las autorizaciones de aumentos de cuotas de las prepagas, la evolución de los salarios en el sector privado de la salud y la inflación tuvieron variaciones disímiles«, dice Valeria Vaccaro, Vicepresidenta de La Unión de Usuarios y Consumidores
Mas allá de las informaciones que las empresas echen a rodar, la realidad es que las tarifas de las prepagas estos últimos años, registran aumentos por encima de la inflación. Desde enero de 2016 hasta 2019, aumentaron un 326,2% mientras que la inflación en ese periodo se ubicó en 291,1%.
En 2020 las prepagas no aumentaron las cuotas, pero ganaron dinero igual, la razón principal de los grandes ingresos, fue el acceso al Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) para el pago de salarios de sus trabajadores. Tuvieron beneficios como reducción a cero de contribuciones patronales y de Ingresos Brutos para sanatorios y hospitales, además accedieron a recortes en el Impuesto al Cheque (pasó del 1,4% a 0,8%).
Con el aumento autorizado del 13,8 % en diciembre por el gobierno, los precios de los servicios de salud privados cerrarán 2022, con una suba acumulada de 113,8% en los doce meses, al según el cálculo hecho por el diario LA NACION sobre la base de datos oficiales.
Situación de los y las profesionales de la salud
A pesar de estos valores, los usuarios y usuarias, no encuentran médicos y especialistas en las cartillas.
«Como consecuencia de lo poco que ganan, muchos de los médicos de mayor prestigio o aquellos que pueden construirse una marca propia intentan abrirse de las prepagas hacia la atención particular, donde pueden poner una tarifa “razonable” y solventar los costos de insumos o equipos importados«, indica La Vicepresidenta De la Uniòn de UyC desde Rosario y agrega, «El Gobierno nacional, el año pasado, incluyó el tema en su negociación de aumentos y dictó la Resolución 2125 -publicada en julio- donde aprobó incrementos escalonados en cuatro tramos y aclaró que obras sociales y prepagas debían “trasladar aumentos similares” en los honorarios de los profesionales«. Vacccaro indica que esto no es un problema de profesionales de la salud y de los usuarios, y que no se resuelve con los aumentos del precio de las cuotas sino con una reforma.
Ante esta situación critica, Vaccaro indica que la salida es respetar las bases del sistema de la medicina prepaga y que la Empresa de intermediación que opera mediante la captación del ahorro en forma anticipada contra la dación futura en condiciones predeterminadas de atención médica, cumpla con esa función. Para ello se dispone de un sistema de conexidad contractual dentro del cual, el beneficiario accede a los servicios de salud en forma completa.
«Un elemento que caracteriza al contrato es la aleatoriedad, dado que, si bien el beneficiario se encuentra obligado al pago de un canon en forma mensual, las partes no conocen con exactitud la frecuencia con que utilizarán los servicios médicos ni su cantidad o calidad. Este es el otro punto sensible. Las prepagas suelen diseñar mecanismos para trasladar ese riesgo (de enfermedad, discapacidad, tratamientos, etc.) a los usuarios disponiendo de coseguros, aumentando las categorías de los planes, etc. Asi es que se alejan del espíritu de un contrato de medicina prepaga para llevarlo al seguro de salud. Esto claramente no soluciona nada sino que empeora aún más la crisis de los vulnerables afiliados» concluye.Con certeza, la Unión de UyC sostiene que la salud es un derecho, no una mercancía, y la realidad de las prepagas, está cada vez más lejos de eso, ante la inacción de los gobiernos.
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