Estamos frente al balotaje, que es simplemente una opción entre dos posibilidades. Por uno o por el otro. No ir a votar o votar en blanco no son opciones. Sólo es un voto a favor de quien gane en una elección muy reñida de acuerdo a las encuestas que se han publicado estos días. Y no sólo es una votación, es una decisión que se prolongará en el tiempo.
Uno de los candidatos y quienes lo acompañan en las candidaturas, plantean un negacionismo total. No solo en DDHH sino en protección del ambiente, en el derecho a la educación y a la salud, a tener servicios públicos adecuados, a todo lo referente al derecho del trabajo y derecho de usuarios y consumidores. Si no tenés dinero no te mereces nada. Sólo los mercados te solucionarán la vida.
Se juega nuestra propia existencia… Igualdad de oportunidades, educación y salud, derecho de usuarios y consumidores. Un candidato resume todo lo que no queremos y otro (más allá de las dificultades e infinidad de cuestionamientos que podemos tener) concentra todo lo que queremos. Nos jugamos la desaparición de los derechos, de los derechos económicos sociales y culturales y ambientales (DESC+A) y como parte de ellos los derechos de usuarios y consumidores así como de las organizaciones de defensa de los consumidores.
Estamos frente a una opción… O elegimos este negacionismo total esperando que el mercado concentrado y deshumanizado solucione todo o elegimos la otra opción, la que más allá de no ser el ideal que buscamos permitirá mantener los beneficios que la intervención del Estado y la regulación de los mercados ha permitido tener en nuestro país y seguir luchando desde allí para lograr que los beneficios de una sociedad justa nos lleguen a todos. No desconocemos la inflación terrible, los índices de pobreza e indigencia, la inequidad en la distribución de ingresos y bienes, pero tirar todo por la borda no nos va a poner en mejor posición
Estamos al borde del precipicio. Milei nos incita a tirarnos colectivamente al precipicio, pero sólo él y los intereses que defienden tienen paracaídas. Sí, estamos al borde del precipicio y con el otro candidato vamos a tener que pelearla, que lucharla, tendremos discrepancias y batallas… Claro que va a ser difícil pero allí estaremos batallando. El poder real, las grandes corporaciones y grupos económicos, nunca se dan por derrotados luego de una elección y reaparecerán después del 10 de diciembre, gane quien gane. Nosotros debemos estar del lado de la Solidaridad.
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